Cómo gestionar a los empleados tóxicos?

Desde Estrategias de Éxito Consultores te diseñamos programas personalizados para la gestión de tus equipos de trabajo.

Tanto la vida personal como la profesional se ha llenado de personas altamente tóxicas para la convivencia, con una considerable capacidad de enrarecer el ambiente y de crear un clima negativo.

Dentro de nuestro ámbito personal la gestión es más sencilla, limitar el contacto, utilizar la psicología anversa, mantener la calma, pero sobre todo, como decía Bernard Shaw “Nunca luches con un cerdo. Te llenarás de barro y se reirá de ti”.

¿Qué pasa si la imbecilidad penetra en nuestra empresa? Se crean malos hábitos de trabajo, se enrarece el clima laboral, se genera frustración, se transmite una cultura corporativa negativa a nuestros clientes, nuestra marca en definitiva pierde valor. Lo primero y más complicado, es descubrir si el imbécil eres tú. Cómo dice Robert Sutton en su libro The Asshole Survival Guide “sé rápido en etiquetarte a ti mismo como un gilipollas y sé lento en etiquetar al resto”. Una vez hecho este difícil ejercicio de introspección, vamos a ponernos manos a la obra.

Primer paso: El DIAGNÓSTICO. Realizar evaluaciones regulares y preventivas, sin esperar a que salten las alarmas o que la situación de negatividad dentro de la empresa sea muy evidente.

  • Para equipos internos: Auditorías de clima laboral. Escucha la voz de tus empleados, sus motivaciones, sus frustraciones, sus expectativas, sus relaciones con el resto de personal, sus procesos de trabajo.
  • Para equipos de cara al público: Auditorías de mystery shopper. Cuál es la imagen que transmiten nuestros equipos, cómo se relacionan con los clientes, qué valor aportan a nuestra marca, saber si son los embajadores adecuados de nuestra empresa.

Segundo paso: IDENTIFICAR LAS CAUSAS. Ya sabemos lo que pasa dentro de nuestra compañía, las relaciones entre nuestros equipos y la imagen que transmitimos a nuestros clientes. ¿Cuáles son las causas de dicha situación? ¿Son inherentes a las personas o las ha generado nuestra propia empresa? No tenemos que ser obtusos y pensar que la imbecilidad o la frustración la trae cada uno de su casa, quizás nosotros tenemos algo que ver. Vamos a identificar las causas desde diferentes metodologías:

  • Cuestionarios semiestructurados: Priorizamos el anonimato de los trabajadores. Les preguntamos sobre las causas de la situación detectada y los resultados se trabajan estadísticamente.
  • Entrevistas en profundidad y focus group: Buscamos profundizar en las causas, los efectos desestructuradores diagnosticados son importantes, nos interesa centrarnos en los matices. Buscamos la confianza con el entrevistado y la interrelación de las personas en los focus group.
  • Vectores y flujos relacionales: Categorizamos y agrupamos los equipos de trabajo por vectores de relación, comparamos la independencia y la transversalidad entre ellos, descubrimos aspectos que los hacen funcionar diferente, por qué unos equipos funcionan mejor que otros.
  • Big Data: Es esencial. Podemos trabajar con gran cantidad de datos, relacionarlos entre ellos, establecer causalidades, construir evolutivos, descubrir que aspectos que parecían no tener ninguna relación entre ellos se convierten en causa y efecto

Tercer paso: AFRONTARLO. Es inevitable, tarde o temprano tenemos que afrontar la situación. Tenemos una empresa o nos pagan para tomar decisiones, y no todas son de nuestro agrado. Cuando se trata de sistemas o procesos que no funcionan, hay que ajustarlos o mejorarlos. Cuando se trata de personas hay que hablarlo y negociarlo siempre desde una perspectiva constructiva, ver si la situación se puede reconducir o es mejor tomar decisiones severas.

Cuarto paso: IMPLANTAR Y CONSOLIDAR PLANES DE MEJORA. Que la solución no sea momentánea y pronto caiga en el olvido, volviendo a los malos hábitos del pasado.

  • Mejorar en política de RRHH. En selección, en formación, en retribución, en motivación……
  • Establecer políticas visibles de reconocimiento. Primar la meritocracia por encima del nepotismo.
  • Mejorar en los sistemas de trabajo, en agilidad, en gestión, en productividad.

En definitiva, cuidemos a nuestros equipos de trabajo, que son el verdadero valor de nuestras empresas. Seamos capaces de generar buenos ambientes de trabajo, de motivarlos, de dotarlos de intangibles, de valorarlos. Una persona muy cercana me decía “Tengo ofertas de empresas que me pagan mucho más, pero lo que disfruto de mis compañeros y del ambiente de mi trabajo es impagable”.

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