Adaptarse para vencer la incertidumbre.

Reflexiones sobre un artículo de «La Vanguardia» 20/04/2020.

Vaya por delante que todos estamos inmersos en un momento de incertidumbre, no solo empresarial, donde la facturación y gastos no han disminuido a la misma velocidad, sino también personal y social.

El Covid-19 nos ha pillado por sorpresa, ya está aquí, no le demos más vueltas ni miremos al pasado sobre lo que podríamos haber hecho, si nos dormimos o nos confiamos, si perdimos nuestro interés por innovar, pensando en que nuestras inercias adquiridas nos iban a permitir seguir dentro de nuestra zona de confort. No hay gurús ni visionarios, que nadie se atribuya el hecho de «se veía venir», que nadie se atribuya presuntas ideas revolucionarias que harán cambiar el mundo de la empresa y la economía.

Todo es más sencillo, todo es más eficaz, simplemente mantener la serenidad, sentarnos a reflexionar y aplicar el sentido común a nuestras decisiones. Mantener la serenidad para poder ver las cosas con perspectiva, para no precipitarnos, para seguir siendo optimistas, para recordar que nuestro camino siempre ha estado lleno de retos que hemos superado. Sentarnos a reflexionar para ver si el camino que llevábamos hasta el momento es el que deseamos seguir manteniendo en el futuro, si nuestro modelo de negocio será sostenible en los tiempos venideros, qué es lo que hemos hecho hasta ahora y qué es lo que deseamos hacer en los próximos meses. Aplicar el sentido común a nuestras decisiones, con inversiones dimensionadas a nuestra realidad, desarrollando un producto o servicio que vaya más allá de las necesidades de nuestros clientes, que sobrepase sus expectativas, creando nuevas fórmulas de relación con ellos.

Si somos capaces de afrontar este nuevo reto sin caer en errores pasados o en la autocomplacencia, todos saldremos ganando, tanto nosotros como empresarios como nosotros como consumidores. Seremos capaz de adaptar nuestra forma de operar para una mayor comodidad y beneficio de nuestros clientes, de la misma manera que a nosotros como consumidores nos gustará disfrutar de entornos más agradables y una mejor experiencia de cliente.

Recordamos las masificaciones en los puntos de venta?, la falta de espacio en los transportes?, la aglomeraciones en bares y restaurantes?, la mala calidad de algunos productos?, los retrasos en las entregas?, las jornadas laborales interminables?……quizás esa sea la normalidad a la que no deberíamos volver nunca.

Sólo es adaptación.

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